De vez en cuando me acerco a ver los buitres leonados volar. Desconcert
ante la majestuosidad con la que se desplazan en el aire, apenas sin mover una pluma, aprovechan
do las corrientes térmicas ascendentes que se originan en los cortados dónde se alojan, las buitreras.
Tan cercanos y al mismo tiempo tan desconocid
os. Poco se sabe de la vida de estos animales. Ave repudiada a veces, su labor de limpieza y conservaci
ón del campo, acabando con los restos de animales que podrían dar lugar a epidemias nunca será suficientemente valorada.
Ahora me entero que pasan hambre, que tanta vaca loca y enfermedades del ganado hacen que esté prohibido dejar animales muertos en el campo, su comida. Hay que joderse, hasta a la muerte le faltamos al respeto...
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