Del concierto de Lorca 2007. Una de las cosas que me sorprendieron de Vai es el tamaño de sus manos. No se si lo podréis apreciar aquí en relación a la guitarra, pero me parecieron dos manos como para destrozarte de un apretón. Es increible como vive su música. Hay gente que tararea lo que toca mientras pulsa las cuerdas; Steve Vai se estremece él mismo al mismo tiempo que su guitarra.
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